viernes, 23 de diciembre de 2011

Con un nudo en la garganta.




Con un nudo en la garganta me quede tras tu partida
vi como te alejabas mientras mi llanto contenía.
Te despedí con una sonrisa mientras por dentro me destrozaba.
¿Algún día volveré a verte?

Con un nudo en la garganta te di un último beso
te tome prisionero en mis brazos y después te libere.
Te vi emprender el vuelo mientras el corazón me gritaba “ve tras el”
Y a pesar de mis deseos de salir corriendo tras de ti,
me quede parada mientras al cielo le rogaba que algún día te dejara volver junto a mi

Con un nudo en la garganta me despedí de ti
mientras por dentro te rogaba  “no te alejes de mi”
Sin embargo tú te fuiste quizás tan triste como yo,
quizás deseando no marcharte, pero era tu obligación.

Con un nudo en la garganta hoy espero tu regreso
con el llanto en mis mejillas que antes pude contener,
con un beso en mis labios esperando uno de tus besos,
con un abrazo aguardando la cercanía de tu cuerpo
y un “TE AMO” asciendo pausa hasta que puedas escucharlo al oído…

 
A Sebastián tras su partida.
Mayo 2006











Agradezco al cielo por tu amor….




Agradeceré a dios por el resto de mi vida, la fortuna que me ha dado al conocerte.

Rogare a cada instante cada día, para que nuestra historia pueda realizarse.

Me aferrare a tu amor más que a la vida misma, ya que de cualquier forma moriría si te perdiera.

Y aun si el destino,  la vida, o la suerte estuvieran en nuestra contra, y quisieran de cualquier forma arruinar nuestra historia.  Aun así luchare cada día contra toda tempestad que se avecine.  A tu lado seré fuerte y no lograran derribarme.  Tú serás mi fortaleza, mi refugio, mi consuelo. Y yo para ti seré todo aquello que deseas.  Me vestiré de mil matices, y en mis labios siempre habrá una sonrisa.

 Solo llorare el ver que tú lo hagas para poder juntos mitigar tus penas,  y lavaré con cada una de mis lágrimas, tu dolor, tus pesares, tus angustias y tristezas.

Y si el fin de nuestra historia estuviera ya escrito,  y si el cruel destino acelera aquella fecha,  entonces me aferrare aun mas a tus caricias, y mis labios no conocerán mas alimento que tus besos.

Y si el final estuviera fijado en algunas horas,  entonces ven, hagamos el amor,  y que el fin de nuestra historia nos encuentre amándonos.

 Y antes que el cruel destino arruine aquel momento,  róbame la vida entera con uno de tus besos  y déjame que muera, ferviente de pasión, sonriendo entre tus brazos.

A Sebastián en San Valentín.
Cuando la ilusión aun vivía.